Julián Corro Martín - Fotógrafo Profesional

Colabora: María Sotelo Rodríguez

ZAHARA - 
TENERIFE 2021
María Sotelo

Viernes 20 de agosto. La noche comienza a caer en Puerto de la Cruz. Y es que cuando una diosa como Zahara sale al escenario, hasta la misma luz del día decide rendirse a sus pies y bajar el telón para acoger entre su noche a una estrella más.

Zahara, acompañada de su banda y cuerpo de baile, pisó con fuerza el escenario desde el primer instante. Vestidos de rojo, como el fuego que imprime su música en nuestras venas, y ante un público que rezumaba ganas de escucharlos, comenzaron con el bendito show.

“Flotante” fue el tema encargado de arrancarnos, con sus cambios de ritmo y de tono, poquito a poco el alma y la admiración que sentimos ante las valientes letras del último disco de la artista, Puta. A pesar de venir a presentar este trabajo, el cual tocó completo en directo, no faltaron temas de otros anteriores, como “Crash” o “Inmaculada Decepción”.

Un concierto que nos hizo fluctuar entre sentimientos encontrados, como los que suscitan “Canción de muerte y salvación”, el himno por excelencia de su último álbum, “Merichane”, o el tema casi recitado, pero igual de potente, “Ramona”. 

También nos hizo retrotraernos a ciertos momentos con temas como “El deshielo” o la desgarradora “Guerra y paz”, a la par que levantar la voz con su mítico “Hoy la bestia cena en casa”.

El fin del concierto llegó con dos temas que conforman un contrapunto, “Berlin U5”, con su electrónica evocadora, y “Dolores”, una interpretación con la que es imposible no emocionarse.

Zahara ha sabido perfectamente cómo encajar un trabajo tan personal e íntimo en directo. La banda y el cuerpo de baile, junto a los diversos audiovisuales que proyectaron, crean un ambiente que te hace sentir inmerso dentro de cada tema, metiendo el dedo en la llaga cuando es necesario, pero también cantando al amor, aunque sea con cierto dolor de fondo. Zahara es una artista que ha demostrado que sacar a relucir las cicatrices y cantarlo mirando a los ojos del público es un ejercicio de valentía, pero que también sana.

Las canciones de Zahara son, citando a la artista, una “vitrina llena de recuerdos que ahora no quiero”, pero también son lucha, son empoderamiento y son las lágrimas hechas arte. Hacer gala de ese Puta que a todas nos han llamado alguna vez, bañarlo en oro y que ciegue con su brillo a todos. Zahara, con este último álbum, ha dado voz a muchos sentimientos que habitan dentro de todos y cada uno de nosotros. Por ello, es nuestra diosa, porque ella crea con la palabra a la par que carga con sus propias llagas.

Además, es precioso ver a una banda que tiene ese regusto a familia, que su amor va más allá de la música, y una crew, compuesta por personas tan maravillosas como Laura, que se cuida mutuamente y que, entre todos, han logrado sacar adelante un show tan espectacular como el que pudimos disfrutar en el Phe Festival 2021.

María Sotelo