Alguien dijo una vez que segundas partes nunca fueron buenas. Definitivamente, no conocía a Raise Against. Porque, si lo hubiera hecho, habría podido comprobar lo espectacular que es su último álbum, Nowhere Generation II, estrechamente relacionado con el publicado en 2021, Nowhere Generation.
El pasado miércoles 29, la banda estadounidense aterrizó en la sala Razzmatazz de Barcelona, tras más de diez años sin visitar la Ciudad Condal, para presentar su nuevo trabajo, sin olvidarse de temazos anteriores. Tuvimos la suerte de estar allí para disfrutar de sus canciones en un directo inolvidable.
La nostalgia y la emoción eran palpables entre el público. Acostumbrados a verlos en los festivales más importantes del panorama, poder disfrutar de Rise Against con tanta cercanía fue todo un ritual para los fans que han tenido sus canciones como banda sonora durante la rebeldía adolescente.
Nada más arrancar el concierto, las voces ya se unieron para cantar con casi devoción “Prayer Of The Refugee”, un comienzo con empaque y fuerza. Todos nos volvimos lobos al recordar el álbum en el que se encuentra “The Violence”, segundo tema de la noche. Con saltos temporales y musicales, recuperaron dos temas de su disco Endgame, “Satellite” y “Help Is On The Way”. Pero no tardaron en traer temas de sus ultimísimas publicaciones; “Last Man Standing” fue la carta de presentación de su nuevo trabajo.
Si algo tiene de especial Raise Against es el sello tan personal que imprime en sus canciones y en los mensajes que estas transmiten. Sin dejar su lado más social, Tim McIlrath llenó los espacios entre tema y tema con consignas sociales, muy necesarias en la actualidad. Habló de ansiedad, depresión, homofobia y demás lacras que ojalá desaparecieran a golpe de canción. Todo esto está directamente relacionado con letras de temas como “Nowhere Generation” o “Re-Education (Through Labor), que también pudimos disfrutar en la Razzmatazz.
El colofón del concierto llegó de la mano de dos temas para los más nostálgicos: “Survive” y “Savior” nos trasladaron a todos esos momentos que hemos vivido acompañados de su música. Un broche de oro para la noche, que se rindió a los pies de los artistas.
Puede que Raise Against hayan dinamitado todo nuestro imaginario relacionado con el conocido como “sueño americano”, pero lo que quizá no sepan es que han cumplido el sueño de más de uno de los que pudimos asistir a su concierto el pasado 29 de junio: dejarnos la voz al ritmo de la banda que ha marcado a toda una generación.
María Sotelo