Como dice Viva Suecia, “algunos tenemos fe”. Durante estos días, en Tenerife ha sido complicado mantener ese mantra, ya que la situación que se ha vivido en la isla no ha sido nada sencilla. Aun así, nos quedaba la fe que todos los años nos regalan los dos días de música que vivimos en Puerto de la Cruz gracias al Phe Festival.
Muchas veces, la música sirve como panacea en los momentos más difíciles. A pesar de la imposibilidad de no tener una parte de nuestra mente en la situación que se estaba viviendo en la isla, la música logró acallar, de vez en cuando, nuestros miedos y temores para permitirnos disfrutar de esta cita única que podemos disfrutar de año en año en Puerto de la Cruz.
El arranque del festival estuvo en manos, como es costumbre, de una banda canaria. En este caso, el dúo Adora fue el encargado de regalarnos un inicio potente, gracias a su hermanamiento entre música pop y disco. Para demostrar que en Canarias tenemos artistas de todos los estilos llegó la banda Antiplacton, quienes supusieron un cambio total de registro ya que trajeron todos sus vatios y decibelios para calentar el ambiente con su rock a caballo entre lo electrónico y lo progresivo.
La presencia de mujeres en esta octava edición del Phe Festival fue muy alta, algo que nos pareció maravilloso, ya que nos permitió disfrutar de artistas como Jimena Amarillo. A pesar de que el ambiente estaba más taimado que otros años y que, en muchas ocasiones, se veía al público abstraído, con la mente puesta en el incendio, la líder de este proyecto supo cómo conquistarnos con su estilo tan natural encima del escenario y con sus atrevidas mezclas musicales.
Otra de las bandas que despertó la euforia entre muchos de los asistentes fue Bala. De nuevo, cambio de polo musical, ya que las gallegas tienen fuego en sus guitarras y en sus baterías, que no dejan a nadie indiferente gracias a su estilo tan personal que han logrado perfilar con sus últimos trabajos. Además, nos anunciaron nuevo LP para 2024, por lo que esperamos tenerlas de vuelta por las islas el año que viene.
Las letras inmortales de Second fueron uno de los platos fuertes de la noche, sobre todo porque todos éramos conscientes de que este era uno de nuestros últimos bailes con la banda murciana, ya que esta será su última gira. El dominio que tienen de las tablas y su estilo tan reconocible hicieron de esta cita uno de los recuerdos más bonitos de este Phe Festival 2023. Tras ellos, llegó la madrileña Rocío Saiz, quien no logró que su show destacase demasiado a causa de unos problemas de sonido y, también, de las excesivas versiones que poblaron su espectáculo.
Sin necesidad de tomar un avión, viajamos hasta Rotherham gracias a The Reytons, una de las apuestas internacionales de esta edición. Los británicos supieron cómo meterse al público en el bolsillo gracias a su música muy bailable y a lo ameno que hicieron el espectáculo. Además, quisieron destacar que eran unos músicos que habían logrado ponerse en lo más alto del panorama sin tener a grandes productores detrás, lo que nos hizo valorar aún más la valía de su presencia en esta octava edición. Los de Rotherham mostraron gran empatía con los tinerfeños, ya que no dejaron pasar la oportunidad de mostrar su apoyo y su dolor por lo que estaba ocurriendo en la isla.
Una de las bandas que llegó para mostrar la cara más desenfadada y atrevida del Phe Festival fue Sexy Zebras. Los madrileños pusieron el acento en sus canciones más gamberras y quisieron regalarnos uno de los momentos más divertidos de estos días, ya que el líder de la banda decidió bajarse al público para repartir plátanos entre los asistentes.
El primer día de Phe Festival terminó con una apuesta diferente, ya que los británicos Orbital nos sorprendieron con su propuesta muy cercana a la rave, que destacó por sus sonidos electrónicos y los increíbles audiovisuales que desplegaron a lo lago de la actuación. Sin faltar a la tradición, el cierre de día estuvo a cargo de los DJ´s We Are Trash, que animaron hasta el final.
El sábado comenzó con el comunicado del festival en el que se anunciaba una reducción de los horarios, por lo que se terminaría unas dos horas antes de lo previsto. Esta edición del Phe Festival, sin duda, ha sido una de las más difíciles de llevar a cabo y también se ha enfrentado a una situación muy sensible dentro de la isla. Todos, tanto asistentes como trabajadores del festival, hemos puesto de nuestra parte para poder apoyar al máximo a todas las familias que tienen estos días como una cita clave para poder seguir adelante. Por ejemplo, no hemos dejado de darnos una vuelta por todos los puestos de ropa y comida que tiene su espacio dentro del Phe Festival para poder aportar nuestro granito de arena.
El calor de las seis de la tarde no fue excusa para Ghouljaboy, quien salió para darlo todo con su indie pop que sirvió a modo de arranque de este segundo día. Continuando en un registro muy similar llegó Honnine, la apuesta en solitario de Carmen Alarcón, que nos deleitó con su visión tan personal de la música.
La reducción de horarios no fue un impedimento para que el pop de mil colores de Morreo nos enamorase. Además, mostraron su lado más solidario al donar la mitad de su caché a una organización para ayudar con los daños del incendio, mostrando, una vez más, que la cultura también es conciencia. Los tintes canarios no podían faltar en este segundo día, y llegaron de la mano de la banda lanzaroteña Zurych, que superaron con creces todos los problemas técnicos y fueron capaces de ofrecer un concierto redondo.
Sin duda alguna, uno de los artistas que más nos sorprendió fue Trueno. Con un repertorio lleno de temazos, el artista bonaerense desplegó en sus letras una buena colección de referencias musicales. Los tintes de magia no faltaron a lo largo de su concierto, ya que, tras dedicar uno de sus temas en apoyo a todos los damnificados por el incendio, hasta el cielo se emocionó un poco, dejando paso a una suave lluvia. Esperemos que después de esta tormenta de fuego, también llegue la calma.
Shinova llegó con las guitarras bien cargadas y lograron sorprender a más de uno con sus nuevos registros musicales, con los que han ido experimentando a lo largo de sus últimos trabajos. Como una de sus últimas citas en su gira de La buena suerte, los de Vizcaya supieron condensar toda su evolución en un concierto memorable. Con las tablas bien caldeadas, llegó el momento de una de las últimas artistas de la noche. Natalia Lacunza nos llegó al corazón con su voz aterciopelada y sus letras cargadas de sentimiento puro. Además, pudimos vivir una colaboración inesperada entre ella y el jerezano Ghouljaboy.
Tras esta avalancha de sentimientos, la propuesta de Rocío Márquez y Bronquio no encajó muy bien entre el público, ya que esta fusión tan personal de flamenco y electrónica no caló tanto como se esperaba entre los asistentes. Aun así, cabe destacar que supieron cómo encarrilar el concierto, a pesar de las dificultades.
En el último momento, ocurrió lo más inesperado. Los chavales de Arde Bogotá salen al escenario, pero, desde que ponen el primer pie en este, sabemos que algo no va bien. Y es que los murcianos no salían para poner el broche de oro a este Phe Festival 2023, sino que salían para anunciar que la organización había cancelado, a última hora, su concierto. Obviamente, el disgusto del público fue palpable, ya que eran quizá los artistas más esperados de esta edición, y fueron los propios músicos quienes tuvieron que hacer frente a esta oleada de abucheos y caras de decepción. A pesar de todas las dificultades que había logrado superar esta octava edición, esta cancelación de última hora, poniendo de cabezas de turco a los propios músicos, a quienes se les veía realmente afectados por la decisión, ha causado una avalancha de críticas hacia el festival. Los de Cartagena ya lanzaron un comunicado en el que explicaban, de forma extensa, que la cancelación estaba motivada por la organización; tan solo esperamos que, en breve, tengamos una explicación directa del festival en la que se justifique esta dura decisión.
Esta octava edición del Phe Festival ha estado empañada por las llamas que estaban devorando parte de la isla; aun así, conviene recordar que la cultura es necesaria siempre y que estos eventos conllevan un gran esfuerzo económico y humano. Las nuevas ediciones de un festival empiezan a prepararse en el mismo momento que pone el punto final la edición anterior, por lo que tomar una decisión tan fuerte como cancelar todo el evento habría sido un descalabro. La cultura también es solidaria, como han demostrado todos los artistas con sus mensajes de apoyo y gestos tan relevantes como el de la banda Morreo. Ojalá que el único fuego que arda en todas las ediciones que están por venir sea el de la música en nuestros corazones.