Canarias estaba en el punto de mira de todo el mundo durante la pasada semana. Y no, no por la ola de calor que había estado presente a lo largo de los días, sino porque durante el viernes 20 y el sábado 21 tocaba asistir a una de las citas más importantes de todo el verano en Tenerife, más concretamente en el Puerto de la Cruz: la sexta edición del Phe Festival.
Esta edición, al igual que la pasada, ha estado marcada por las medidas de seguridad que han tenido que tomarse para que el festival pudiera celebrarse de forma segura a la par que no perder la esencia de celebración de la vida. El recinto estaba dividido en diversas zonas adaptadas a diferentes funciones, como una zona de ocio y consumición, en la que podíamos encontrar los puestos de marcas locales y también unos food trucks; y otra destinada a los conciertos, donde el público podía tomar asiento y disfrutar de horas de música en directo y buena onda.
Los asistentes sabían que esta edición tocaba pasarlo bien, pero sin dejar de lado el cuidar los unos de los otros, por lo que el comportamiento fue ejemplar. Una vez más se demostró que la cultura es segura y necesaria.
Lo que respecta a los artistas, el Phe Festival ya se ha convertido en uno de los principales festivales de la escena, mayormente, indie. Los grandes nombres que coronaban el cartel son gigantes de la música como Zahara o Triángulo de Amor Bizarro, pero sin olvidar a los locales, que siempre han estado presentes en esta cita musical.
El viernes 20 dio comienzo con la actuación de la artista santacrucera Pat Llombet, ganadora del LALACore 2021. Pat Llombet supo perfectamente cómo dar el pistoletazo de salida a esta sexta edición, con un empaque digno de una artista experimentada, a pesar de ser su primera vez en un escenario de este calibre. Un debut muy celebrado y que no dejó a nadie indiferente. Uno de los puntos claves de este festival es que sigue apoyando y dando eco a varios artistas locales, lo que permite que nos acerquemos a su música y descubramos grandes talentos como el de Pat.
El segundo grupo de la tarde podría parecer por su nombre que llegan desde cualquier rincón de EEUU, pero, por suerte, los tenemos mucho más cerca. Los madrileños Jack Bisonte, banda compuesta por Carlos Amelivia y Miky Lagoona, hicieron gala del nombre de su trabajo, Hounds of Glory, ya que alcanzaron la gloria con todos y cada uno de los temas que interpretaron. Desde el intimismo hasta un rock que pocas veces se escucha es lo que ofrece la banda en sus shows. Dos grandes personalidades capaces de llenar el escenario con su talento y con su forma propia de mirar la música fueron capaces de conquistarnos.
Mujeres se encargaron de mantener ese ambiente festivo que se mantuvo en el aire durante toda la tarde. La banda barcelonesa, integrada por Yago Alcover, Arnau Sanz y Pol Rodellar, ha logrado hacerse un hueco en la escena festivalera de este año, logrando que su nombre suene con mucha fuerza. Su sonido, en el que se entreven referencias muy variadas, cautivó a muchos de los asistentes que, seguramente, se hayan bailado alguno de sus temas después de descubrirles en el festival.
Hasta la misma luz del día decidió bajar el telón para dejar que brillase la diosa del viernes. Zahara, una de las actuaciones más deseadas y esperadas de esta edición, supo perfectamente cómo trasladar al directo su álbum más personal y consistente, Puta. Por ello, creemos que es necesario dedicarle una crónica completa; porque Zahara va más allá de lo expresable, pero queremos intentar trasladaros todo lo que sentimos en su actuación. Por lo que en Mira y Escucha podréis encontrar una crónica únicamente dedicada a la artista.
Si hay alguien que debe sentir ya el Puerto de la Cruz como una segunda casa deben de ser los Triángulo de Amor Bizarro. Habituales en el escenario del Phe Festival, en todas sus actuaciones han sabido desenvolverse y regalarnos uno de los directos más intensos, y es que la banda de Borio nunca decepciona. Después de ganar el premio MIN al mejor disco del año en 2021, es una suerte volver a disfrutar de la veteranía de esta banda en el escenario del Puerto de la Cruz.
La noche se cerró con una de las bandas que jamás deja de sorprendernos. Pluriempleado a la par que grandísimo artista, Martín Perarnau IV dejó el escenario del Phe Festival patas arriba con su banda Mucho. Haciéndonos latir tanto al ritmo del pop-rock como de su personal electrónica, la banda fue el broche perfecto para la primera jornada. Con su último EP, Hay alguien en casa, estrenado este año y dando respuesta al que fue su gran éxito en 2019, ofrecieron un show muy completo en el que no pudo faltar, a pesar de que la noche ya se apagase, la aparición estelar de Zahara colaborando en el mítico tema “Las ventanas se encienden”.
El sábado comenzó con la buena onda necesaria para olvidarse del calor y centrarse en la música.
La encargada de abrir la tarde fue Mel Ömana y de su particular latin rap. Y es que los ganadores de la categoría urbana del LALACore siempre traen unas actuaciones muy diferentes y que aportan ese toque local tan necesario. La propuesta de Mel Ömana no dejó indiferente a nadie, ya que después de una década pisando escenarios, nos presentó un proyecto en el que recrea sus diferentes viajes, recogiendo todos sus ritmos e influencias.
Si algo hace grande a unos artistas es saber estar encima de un escenario haya un sol de justicia o brillen las estrellas. Esto ocurrió con Zahara y Martín Perarnau IV, quienes han unido talentos bajo el nombre de _juno y fueron la segunda actuación del sábado. Verlos en el escenario mano a mano con un proyecto personal es una gozada, ya que saben compaginar sus puntos fuertes y crear un ambiente muy especial. La delicadeza de Zahara y los sintetizadores de Martín Perarnau IV crean un conjunto onírico, con letras que vuelan desde el máximo intimismo hasta la cruda realidad. Imperdibles.
Todo festival que se precie necesita el momento álgido cañero para los nostálgicos de adolescencias rockeras. Los responsables de ello fueron los madrileños Biznaga, quienes caldearon el ambiente, conquistando a los público con su extravagante y ambicioso sonido. La banda ha logrado hacerse un hueco con su punk en diferentes festivales gracias a su último trabajo, Gran Pantalla, que muestra en toda su esencia el haber conseguido tener un estilo personal y marcado.
Si este año hay una clara reina de los festivales es, sin lugar a duda, Rigoberta Bandini. Desde que en 2019 se volviese viral con su tema “In Spain We Call It Soledad”, su carrera en solitario ha ido creciendo y cosechando un éxito tras otro. Y es que es imposible no bailar rendido bajo sus ritmos y su buen rollo. El público supo cómo devolverle a la artista todo su cariño, pero siempre respetando las medidas acordadas. Estamos seguros de que pronto podremos abrazarnos porque, como ella misma dice, “lo que tiene que ser, será igualmente”.
La pena nos iba invadiendo porque sabíamos que el final iba llegando, pero qué mejor grupo para evadirnos de toda nostalgia que los Rufus T. Firefly. Pesos pesados del indie patrio, con un consolidado repertorio nos hicieron disfrutar al ritmo de temas evocadores a la par que con nuevas sensaciones gracias a sus siempre sorprendentes ritmos.
El final de la noche tenía acento chileno. Y es que la gran Ana Tijoux fue la encargada de cerrar la sexta edición del Phe Festival. Una mujer comprometida con la sociedad que nos hizo recordar que, en ocasiones, no hay arma reivindicativa más potente y universal que la música. Ha sido capaz de trasladar su activismo a las letras y a los mensajes de sus canciones, consiguiendo conjugar ritmos latinos con conciencia social. Que la que ha sido catalogada como una de las raperas más reconocidas en español pusiera la guinda final a esta cita es algo memorable a la par que inmejorable.
Un año más, Phe Festival nos ha devuelto la ilusión en forma de canciones, de esperanza y también de diversas actividades de las que pudimos disfrutar a lo largo de los dos días, como talleres de patinaje, exhibiciones de BMX o exposiciones.
También, el hecho de que el Ayuntamiento de Puerto de la Cruz y otras instituciones apoyen el festival consigue que se fomente un turismo cultural diferente en la isla y también que la escena canaria cobre cada año más fuerza en el panorama musical general.
Phe Festival ha sabido ir más allá de la música y hacer de este encuentro una experiencia completa, sin fisuras. Ahora, nos quedamos con los recuerdos, ¡hasta la próxima edición!
María Sotelo