A pesar de su aún breve trayectoria, en relación con la cantidad de ediciones que llevan a sus espaldas otros festivales gigantes, el Phe Festival ha logrado alzarse como una cita imprescindible en el Puerto de la Cruz para todos los amantes de la música en directo. Su tercera edición se atisbaba ya como un éxito tras conocer su cartel al completo. Un poquito de todo, con Dorian coronando la edición, pero sin dejar de lado a grupos locales como Mento.
Si algo tiene de especial el Phe Festival y le ha dado un toque muy personal es la forma tan interesante de conjugar la música con otras disciplinas, como el skate o la gastronomía. El festival ha logrado enganchar a su cita a muchísimo público local, lo que es genial, ya que de esta forma ha logrado también el apoyo institucional. La organización tan buena es otro de los puntos fuertes de este evento.
La primera jornada comenzó a las 17.30h con el calor como protagonista, pero esto no supuso ningún problema para que las chicas de MiniFefas, ganadoras del LALAcore 2017, arrancasen con fuerza y grunge el viernes.
La fiesta llegó indisociable a las camisas extravagantes y las melenas al aire gracias a la buena onda de Carlos Sadness. Carlos es capaz de cantar sobre emociones universales, pero con un ritmo muy especial en sus canciones. Imposible no arrancarse a bailar y preguntarse “¿cómo no te había visto antes?” cuando acaba su show.
Como fin de noche, un salto generacional. Pasamos de unos ritmos que nos suenan a actualidad a un grupo que ya es bandera del indie: El Columpio Asesino. Quién no ha querido ir a divertirse al son de las canciones de esta banda, imposible de definir. Gracias a la experiencia que derrochan, no pudo haber mejor cierre de viernes
El sábado más de uno tendría el cuerpo roto, pero no faltó nadie a este segundo día, ya que el cartel era para eliminar cualquier posible atisbo de resaca.
Como el Phe Festival ya nos tiene acostumbrados, el arrancar con un grupo local se ha convertido en tradición. Los encargados de abrir el sábado fueron los integrantes de Mento con su rock pulido y trabajado como marca de la casa.
Los donostiarras Niña Coyote eta Chico Tornado vinieron a dar una lección sobre cómo dos personas pueden llenar, sin ninguna clase de problema, un escenario, a pesar de estar tan lejos de casa. Su rock algo áspero también nos hizo ver cómo el Phe Festival no quiere encasillarse en ninguna clase de estilo de música.
La Bien Querida era una de estas actuaciones que ansías, pero quizá fuese por el ambiente, por la hora elegida o porque, simplemente, no logró atrapar al público, el show no funcionó tan bien como se esperaba. La lírica de esta música tan particular quizá merecía un espacio diferente al elegido, ya que el impacto con los músicos anteriores fue muy grande. ¡Es lo que tiene el directo!
Perro, ya solo con su nombre, nos aventuraba un rato de música bizarra a la par que sorprendente. Canallesco y con un humor más que curioso, no dejó de entretejer ironías con actitud crítica y combativa. Sorpresa total, la magia de los festivales.
Pero para qué engañarnos, lo que todos esperábamos era la explosión de música que nos iba a regalar una de las bandas más sonadas del panorama actual, pero que cuenta con un pasado a la espalda brillante. Los grandísimos Dorian supieron copar la expectativa de ser cabeza de cartel. Su empaque en el escenario, lo bien armonizados que se les nota y los temazos que se sacan de la manga son los ingredientes perfectos para lograr conquistar desde la primera hasta la última fila. En ese momento, nadie quiso trasladarse a cualquier otra parte, sino quedarse inmerso en esta preciosa tormenta de arena.
Tres ediciones como tres soles es lo que ha logrado el Phe Festival. Ya no es solo por el hecho de que la localización no puede ser más bonita, sino que la calidad musical que ofrece en cada una de sus ediciones sumada a la gran cantidad de actividades que rodean al festival son una apuesta segura para pasar un fin de semana memorable.
Canarias ya tiene su referencia festivalera en un panorama en el que una ardilla podría cruzarse la Península de festival en festival, por lo que tiene muchísimo mérito. ¡Nos vemos el año que viene!