A pesar de venir a presentar sus canciones más nuevas, no se dejaron en el tintero temas como “Titanes” o “Hielo t”. El público se volcó con la banda desde el primer momento, arrancándose a seguir sus nuevos ritmos, pero también dispuestos a emocionarse. En este último álbum, encontramos una gran carga personal en las letras, sobre todo en “Calambre” y en “Reina”, unas canciones que nos traspasan la piel por toda la verdad que emanan.

Miss Caffeina ha logrado conjugar la intimidad con unos ritmos que recuerdan mucho a los 80s, pero sin perder esa esencia tan personal que, en su momento, les hizo flotar y volar muy alto. También, ha sido una banda muy bien escogida para reivindicar la diversidad gracias a los desnudos integrales de alma que Alberto Jiménez nos regaló en un gran directo. Todo un acierto, un año más, en el ARN Music Festival; y es que, cuando las cosas se hacen con amor, siempre son un éxito.