Nadie se imagina arder a las 19.00h en una tarde otoñal de octubre. Pero si para prender dicho fuego mezclas el vino de Lanzarote y el rock de los cartagineses Arde Bogotá, no nace un simple fuego, sino que se crean incendios.
Por suerte, lo más cercano al rojo vivo del fuego que quedó en la Aguere Cultural fueron algunas gotas de rosado esparcidas por el suelo tras la cata ofrecida a modo de pre-concierto.
Sonidos Líquidos decidió apostar para el concierto en La Laguna por esta banda que, actualmente, está en el top de muchas playlists y haciéndose un hueco en muchos festivales de este próximo verano. Y es que, con permiso de Les Luthiers, quién conociera a Arde Bogotá, amaría a Arde Bogotá. Un rock que te lleva a buscar miradas cómplices en los conciertos con sus sensuales y atrevidas letras. Las canciones de esta banda son de las que no le dedicas a cualquiera.
El concierto arrancó con un tema de su último álbum, La noche, que es bandera de su estilo musical. “Dangerous” fue la elegida para hacer saber que, aunque fuesen las siete de la tarde, íbamos a tener que aprender a bailar sentados. Las ya icónicas “Cariño” y “Tan alto como tus dudas” fueron alimentando la llama que estaba a punto de prender, a pesar de ser solo el inicio del concierto.
Al día siguiente había que madrugar, como nos recordaban con “Millenial”, pero eso fue indiferente cuando sacaron a relucir temas de sus anteriores trabajos, como “Quiero casarme contigo” o “Antiaéreo”.
El final del concierto se encaró con ese anuncio del fin del mundo que es “El beso” y la propuesta de viajar con ellos al “Exoplaneta”, entre otros temas. La atrevida declaración de intenciones que reluce en “Abajo” fue el broche perfecto, porque todos nos reafirmamos en que queremos verlos de nuevo y bailar tan fuerte hasta que reventemos.
En definitiva, creemos que tras tantos años buscando “El Dorado”, hemos descubierto que no se encontraba en ninguna selva perdida de Latinoamérica, sino entre las cuerdas y los sonidos de Arde Bogotá. ¿Te vas a perder su “Big Bang” si pasan por la noche de tu ciudad?
María Sotelo